¿Estás listo para contratar a la generación que prioriza el bienestar por encima del salario? Si aún no lo estás, tu empresa puede estar perdiendo talento joven y comprometido.
Según el informe “La Generación Z en el lugar de trabajo: Priorizar la salud mental y el bienestar” del McKinsey Health Institute (2024), el 70% de los jóvenes entre 18 y 24 años afirma que la salud mental es uno de los factores más importantes al considerar un trabajo. Para esta generación, el bienestar emocional no es un extra: es un derecho y un criterio de selección laboral.
Las prioridades han cambiado. Ya no basta con ofrecer mesas de ping-pong, fruta gratis o un salario competitivo. Lo que realmente importa es:
- Que haya líderes empáticos y accesibles, con habilidades emocionales reales, no solo técnicas.
- Que existan políticas de salud mental aplicadas y visibles, más allá del discurso institucional.
- Que el entorno laboral respete los límites personales, fomente el autocuidado y no glorifique el agotamiento.
Los datos del informe son contundentes:
- El 84% de la Generación Z ha experimentado síntomas de agotamiento emocional o burnout en algún momento de su trayectoria laboral temprana (McKinsey Health Institute, 2024).
- El 62% indica que se siente más leal a las empresas que se preocupan activamente por su salud mental.
- El 56% ha rechazado o abandonado trabajos debido a preocupaciones relacionadas con su bienestar psicológico.
- Solo el 26% dice sentirse cómodo hablando de salud mental en el trabajo.
Las empresas tienen hoy un reto claro: adaptarse o perder conexión con el talento joven. Pero, además del diagnóstico, ¿qué pueden hacer concretamente?
¿Qué soluciones prácticas pueden aplicar las empresas?
Aquí van 5 acciones clave para transformar tu cultura laboral y atraer a la Generación Z:
- Formación emocional para líderes y mandos intermedios
La empatía no es innata: se entrena. Ofrecer talleres sobre escucha activa, gestión del estrés, liderazgo consciente y comunicación emocional es clave. - Crear canales seguros y anónimos para hablar de salud mental
Programas de apoyo psicológico, encuestas confidenciales, sesiones uno a uno con profesionales y espacios de conversación pueden marcar la diferencia. - Flexibilidad con límites claros
Ofrecer teletrabajo o jornadas híbridas no es suficiente si no se regula la carga y el tiempo de conexión. La flexibilidad debe ir acompañada de respeto a los horarios y al descanso. - Medir el bienestar como se mide la productividad
Incorporar indicadores de salud mental en los reportes de RR. HH.: niveles de satisfacción emocional, agotamiento, clima psicológico, etc. - Cuidar la salud mental desde la cultura, no solo desde el área de bienestar
Incluir el tema en la estrategia global de la empresa, en los valores, en la comunicación interna y en los procesos de onboarding.
Invertir en salud mental no es una moda ni un lujo: es una estrategia de sostenibilidad humana. Y para la Generación Z, es un filtro a la hora de decidir dónde y con quién construir su carrera profesional.
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